Una discusión sobre los artistas inmigrantes en Toronto y los procesos posibles de Integración

            En junio de 2009 asistí a un simposio llamado "el Trabajo del Arte - el Trabajo en el Arte: Los inmigrantes y las Artes" que fue organizado por CERIS ( Centro Metrópole de Ontario) en el centro de Toronto. Las presentaciones se centraron en los desafíos que el artista inmigrante tiene en Toronto, así como algunas de las soluciones que los presentadores han desarrollado para esto desafía. Había discusión en la diferenciación paradójica entre el arte elevado y los oficios y en cómo esta diferenciación formó el valor asignado al trabajo de un artista en Canadá. Había también una presentación por una mujer carismática que discutió abiertamente la discriminación y el formulismo encontrados por muchos recién llegados y por el artista inmigrante bien establecido. La discusión, ese día, pareció estar centrada principalmente en cómo generar oportunidades para artistas recién llegados y en cómo ayudar a estas personas a tener acceso a los servicios y agencias que brindan fondos cuando su trabajo no puede ser considerado apto para ser apoyado.. Encontré que los argumentos presentados durante las presentaciones fueron muy válidos y pude observar cómo generaron mucha discución en la audiencia.

            Quisiera continuar y mantener el espíritu de la discusión del simposio presentando aquí un comentario corto en papel sobre las redes sociales en las cuales los artistas confían para adquirir y compartir el conocimiento así como difundir y vender el trabajo y para tratar nuevos medios posibles de integración. Me enfocaré principalmente en la situación de los artistas latinoamericanos que viven en Canadá pero yo propongo abrir una discusión que también se podría aplicar a otros grupos de inmigrantes.

            Considero la red social un factor esencial en el proceso de integración de recién llegados porque engendra oportunidades que ayudan a artistas a avanzar en sus carreras o, a veces, a mantener su práctica como artistas profesionales. Las organizaciones culturales nacieron como estrategias intuitivas para tratar la necesidad de redes sociales. Durante los últimos 10 años en la ciudad de Toronto, artistas latinoamericanos han tenido éxito en establecer y mantener un número activo de organizaciones, colectivos e iniciativas dirigidas por artistasó como ALUCINE (festival latinoamericano de cine y video), E-Fagia (publica arte y teoría digital de la imagen y proyectos web de arte), LACAP (Proyectos de Arte latinoamericana canadiense ) y LCCA (Asociación Cultural Latino Canadiense). Estas organizaciones han contribuido a la cultura local con festivales, exposiciones, intercambios y colaboraciones con otros grupos minoritarios, instituciones y centros sociales y culturales. La gran variedad de sus actividades sería un tema bueno para un ensayo completamente nuevo (y muy necesitado). En este texto, me limitaré a indicar que todas estas organizaciones presentan un porcentaje considerable de artistas de herencia latinoamericana, al mismo tiempo, ellos defienden los intereses de recién llegados y de jóvenes que surgen como artistas. Los artistas que dirigen estas iniciativas están bien conscientes de que ellos contribuyen a formar la identidad latino canadiense, y más importante, ellos proporcionan una red social en la que los nuevos inmigrantes pueden conseguir acceso y empezar a formar parte de la comunidad local más amplia de artes.

            Los latinoamericanos no son de ninguna manera un grupo homogéneo de personas (ni son las personas a a las que nosotros nos referimos generalmente a como "inmigrantes"). Aunque las iniciativas discutidas son llevadas a cabo sobre todo principalmente por artistas latinoamericanos de Toronto cada organización tiene sus propios intereses artísticos, aspiraciones y objetivos dentro del campo de la actividad cultural. El hecho que las cuatro organizaciones mencionadas arriba se identifican a sí mismas con el mismo grupo minoritario (latinoamericanos en Canadá) podría llevar fácilmente a la conclusión errónea de pensar en este grupo en términos homogéneos y olvidar la diferencia que existe dentro de cada grupo minoritario.

            Como ya hemos explicado, organizaciones registradas constituyen una estrategia para tratar con la necesidad de artistas recién llegados para encontrar la clase correcta de redes sociales y es importante que ellas continúen su trabajo valioso. ¿Sin embargo, uno todavía puede preguntar: qué otras estrategias existen? Qué pueden hacer artistas recién llegados para ayudarse a sí mismos?

            La definición amplia de la red social para artistas es aquella que les permite a ellos integrarse en los mundos artísticos locales, para llegar a ser un participante/contribuyente reconocido, para presentar su trabajo y también mejorar sus habilidades.

            Un artista inmigrante reciente que trata de averiguar cómo presentar su trabajo a una audiencia canadiense puede, por ejemplo hacerse las siguientes preguntas: cómo puedo engendrar yo interés entre aquellos canadienses que no ven mi trabajo como propio, cómo puedo ayudar yo a comprender a estas personas que mi trabajo, aunque influido por mi experiencia en un país diferente, es un producto de su/nuestra cultura?

            ¿Qué consejo podríamos ofrecer le nosotros a este artista? Sabemos que muchos artistas han encontrado un equilibrio a presentandose como un artista de un grupo minoritario y como canadiense. Esta identidad negociada se desarrolla generalmente después de algunos años si el artista seintegra en una red social de la que él verdaderamente formaparte en la comunidad de las artes de la ciudad. Ser’ia mucho más útil si artistas inmigrantes establecidos pudieran compartir sus experiencias en estos asuntos documentándolos y haciendolos accesibles. El simposio pareció ser un instrumento bueno para este fin.

            Entre los problemas encarados por artistas recién llegados, querría llamar la atención sobre el caso en el que una integración fallida en una red llega a ser un factor decisivo para abandonar una práctica profesional. Es indudable que la retirada de estos artistas y de todo su conocimiento y la experiencia de nuestros mundos artísticos representa un quebranto para todos en el comercio. ¿Cómo podemos evitar nosotros esta pérdida y cómo podemos contribuir para hacer su conocimiento visible y presentarlo como valioso?

            Este comentario es una tentativa de mantener un diálogo abierto con aquel que tenga preocupaciones semejantes y para llamar la atención sobre lo que una buena red social puede ser y qué estrategias pueden ser empleadas para generar el acceso de los artistas, aunque un texto mucho más más largo (y una investigación mucho más elaborada) sea requerido para encarar el asunto a fundo. Yo aquí quise sugerir que una diversidad de instrumentos podría estar disponible para generar una integración más plena de los artistas inmigrantes en nuestras comunidades. Esto sería importante no sólo para artistas latinoamericanos pero para todas las otras minorías – especialmente para aquellas minorías que no tienen 'los números' para tener una representación más visible.

Rodrigo Hernandez-Gomez
Toronto – Julio de 2009

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